Mi bebé nació pesando 2420, por esto debimos estar en la UCIN. Nos recibieron en la UCIN en la que había trabajado 15 años atras :). El acompañamiento fue muy cercano y amoroso. El contacto con mi bebé fue mágico desde el primer momento y luego, a través de las ventanas de la incubadora. Valore este nuevo contacto, cada visita, cada momento de lactancia, dejarle leche en el banco, estar durante el baño… las opciones de contacto son infinitas.
Sé que mi bebé siempre me sentía cerca, fui inmensamente feliz viéndola con un gorro de mi marca, sentía que la estaba abrigando desde el primer momento con una prenda llena de amor. Cada paso era un gran paso, el destete del oxigeno, la tolerancia a la vía oral, el cambio a cuna y vestirla fue emocionante, cada avance nos acercaba más a tenerla en casa.
Cada historia es diferente, pero creo firmemente en que los progresos de cada bebé son igual de valiosos para cada familia y esta experiencia siempre nos hace mas fuertes y nos permite ver la grandeza en el regalo de la vida.